Dos factores caracterizan, por encima de los demás, la concentración kayakera que cada año se convoca para participar en la travesía del aceite «Amarga y pica», uno al inicio y otro al concluir la actividad.
El primero, que se disfruta nada más llegar al embalse, es su riqueza paisajística. El pantano de Colomera embalsa las aguas del río de las Juntas (que viene del este, desde Benalúa de las Villas, y está prácticamente inundado bajo el embalse) y el río Colomera (que discurre en dirección norte-sur, desde su nacimiento en la provincia de Jaén). Es un embalse pequeño, de apenas 42 hectómetros cúbicos de capacidad y poco más de cuatro kilómetros de superficie navegable, con las aguas de un espectacular color azul turquesa. Este año, con el pantano aún más bajo que en ocasiones anteriores, las travesías se han acortado un poco y, a cambio, se nos ha hecho más cómodo el embarque.
El otro aspecto que nos obliga a acudir cada año a esta travesía es la quedada piragüista que se produce en los pinares de Colomera. Desde aquella lejana primera edición (21 de julio de 2013), ha ido creciendo el número de incondicionales que nos reunimos cada verano, para compartir no solo un rato de kayak sino -y sobre todo- un fin de semana de convivencia, de intercambio, de agradables comidas e interminables sobremesas con piragüistas de Córdoba, Granada, Málaga, Jaén, Almería… Solo por estos reencuentros, ya merecería la pena.
La séptima edición de la Travesía del Aceite «Amarga y pica» se ha celebrado los días 20 y 21 de julio de 2019, organizada por el centro Guadalinfo y el ayuntamiento de Benalúa de las Villas (gracias, José Antonio, por tus desvelos).
Si quieres ver fotos de la actividad, las tienes en este enlace.
