Junto a Palma del Río confluyen los dos ríos más importantes del sur de España, el Guadalquivir y el Genil, y en ese punto de encuentro hemos navegado este fin de semana.
Nos reunimos con los compañeros del Club Viento Sur (que nos acogieron y nos guiaron con la hospitalidad y el afecto al que nos tienen acostumbrados) y embarcamos en el pantalán del Centro Acuático de Palma del Río bajo el Puente de Hierro, una pasarela abierta al tráfico en 1887 y liberada de la mayor parte de la circulación tras la inauguración (2008) del puente Reina Sofía. Desde este embarcadero iniciamos la travesía, Guadalquivir abajo.
Cuando llevábamos recorridos poco más de 2 kilómetros nos encontramos, por la margen derecha, la desembocadura del río Retortillo, que entrega en ese lugar las aguas del Parque Natural de Hornachuelos. Apenas pudimos adentrarnos por ese camino un centenar de metros (las cañas crecidas desde el fondo del cauce nos cerraron muy pronto el paso) y continuamos la marcha por el Betis un kilómetro más, hasta la Junta de los Ríos.
En la unión del Guadalquivir y el Genil se abren varios islotes y brazos como consecuencia de los sedimentos y aportes de ambas corrientes. Nosotros tomamos el primer canal, un caño estrecho de unos 600 metros de longitud que comunica los dos cauces; más que el atajo (apenas ahorras unos 300 metros) esta alternativa regala un hermoso paseo escoltado por un denso bosque de ribera.
El río Genil (Singilis para los romanos, Sinyil y Guadalxenil para los hispanomusulmanes) es el segundo río más largo de Andalucía y el séptimo de España. Sus aguas surcan las provincias de Granada, Málaga, Sevilla y Córdoba, en un recorrido de más de 350 kilómetros desde el Pico Veleta, en Sierra Nevada, hasta Palma del Río.
El aumento del caudal provocado por las últimas precipitaciones y el primer deshielo nos permitió adentrarnos un par de kilómetros Genil arriba aunque, en el lado negativo, las fluctuaciones en el nivel del agua habían convertido en un barrizal los pedregales donde hemos desembarcado en anteriores ocasiones, de manera que tras un pequeño descanso decidimos volver las proas y emprender el camino de regreso al punto de partida.
La amenaza de lluvia nos llevó a un cambio de planes y a un recorte en la travesía (al final, navegamos unos doce kilómetros) y dejar para otra ocasión la visita a la presa de Peñaflor y al inicio del Canal de los Presos, desde donde se reparte el agua del Guadalquivir por las tierras de su margen izquierda hasta casi su desembocadura.
Ese será otro capítulo.
Hay algunas fotos de la travesía en este enlace.