Más de dos meses después de que el río inundara por completo el Centro Náutico, la sede del Club de Piragüismo Córdoba vuelve a estar -mínimamente- operativo.
No ha sido fácil, puesto que la lentitud de los seguros y de la administración nos ha obligado a encargarnos del barro con nuestras propias manos. Después de un fin de semana de duro trabajo, este es el cambio:
La verdad es que aún queda mucho por hacer y mucho barro que retirar. Después nos tocará encargarnos de la electricidad, los saneamientos, la pintura, el mobiliario… Lo importante es que, al menos, y gracias al trabajo de un buen puñado de comprometidos socios, el Club vuelve -aunque en precario- a abrir las puertas.
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