Desde hace bastantes años, los palistas del Club de Piragüismo Córdoba aprovechamos la época del inicio de la berrea del ciervo para visitar el pantano del Encinarejo, en Andújar (Jaén), que embalsa el caudal del río Jándula.
El Jándula nace en El Viso del Marqués (Ciudad Real), en la cara norte de Sierra Morena, y entrega sus aguas al Guadalquivir en el tramo que inunda la presa de Marmolejo. Este río tampoco escapa a la situación de sequía que padece la cuenca hidrográfica: contabilizando las aguas retenidas en los tres embalses que regulan su cauce (Fresneda, Jándula y Encinarejo), apenas suman 60 hectómetros cúbicos (el 16% de su capacidad) y, en su mayoría (casi el 70%), en el gran pantano de Jándula. Las estadísticas no eran nada halagüeñas y nos anticipaban una travesía corta en un lago con mucha menos agua de lo habitual. Pero afortunadamente no fue así.
Echamos los kayaks al agua en el lugar habitual, en el punto de embarque habilitado en el área recreativa del Encinarejo, y nos encontramos con un embalse prácticamente a rebosar, apenas un par de metros por debajo de su altura máxima. Pudimos navegar más de ocho kilómetros aguas arriba, entre la frondosa vegetación característica del bosque mediterráneo de alcornoques y quejigos, las manchas que dibujan los pinares de repoblación, las dehesas donde reina la encina y las formaciones graníticas que el agua ha ido modelando siglos y siglos.
Aunque las condiciones meteorológicas nos privaron de la contemplación de tantos ciervos como esperábamos (demasiado calor y nada de precipitaciones), sí disfrutamos del vuelo de los cormoranes, los buitres y las rapaces, que nos acompañaron durante toda la jornada.
La quedada kayakera de la berrea en El Encinarejo se consolida año tras año y, en esta edición, reunió a 25 palistas llegados de las provincias de Córdoba, Jaén, Cádiz, Granada y Murcia.
El mejor deporte, el mejor paisaje y la mejor compañía: la combinación ideal para un fin de semana perfecto.
Hay fotos de la jornada en este enlace.