Una verano más, los palistas del Club de Piragüismo Córdoba hemos disfrutado de nuestras tradicionales convivencias piragüeras; para esta ocasión, nos decidimos por la comarca cordobesa del Alto Guadiato.
Instalamos el campamento base en Peñarroya-Pueblonuevo, y en concreto en la Casa Rural El pantano, en la misma orilla -en la derecha- del embalse de Sierra Boyera, con el objetivo de explorar río arriba y río abajo. El buen nivel del pantano -por encima del 80%- nos permitió entrar en muchas colas y adentrarnos en lugares por donde nunca habíamos podido navegar.
Nada más aterrizar, hicimos nuestra primera salida hacia el arroyo de la Hontanilla (el Riíllo, que es como lo llaman los vecinos de Peñarroya) y, también en el margen izquierdo, la otra cola que -unos metros río abajo- se adentra hacia el municipio minero. Por los dos cauces avanzamos algo más de lo habitual.
El segundo día pusimos las proas en dirección a poniente, buscando la cabecera del embalse. Conseguimos navegar hasta el puente del ferrocarril minero, en la desembocadura del arroyo de San Pedro, pero ahí se nos terminó el caudal (tanto el del río Guadiato como el del propio arroyo).
Sólo nos quedaba el otro tramo: el camino hacia la presa, y esa fue la ruta que escogimos para el tercer día. Recorrimos todo el margen derecho (hay muchas colas, cortas -algunas, prácticamente una cala- pero hermosísimas), y visitamos -¿cómo no?- las casas inundadas y el árbol del ahorcado, y hasta nos marcamos un interesante itinerario zoológico (vacas, cerdos, caballos, galápagos, muchas aves acuáticas… y carpas).
En definitiva, unos días de mucha piragua y -sobre todo- de mucha convivencia con los amigos del Club. Así da gusto echarse al río.
Todas las fotos de las travesías están en este enlace.
